La morfología es una parte de la lingüística que se ocupa de estudiar la estructura interna de las palabras. De esta forma, intenta delimitar, clasificar y definir las unidades básicas que forman las palabras, los tipos de palabras que se pueden formar con ellas y los tipos de procesos por los que se forman.
La palabra se compone de diferentes morfemas:
Morfema base o Lexema: Es la base de la palabra, la que aporta su significado. Si observamos la siguiente imagen de los gatos. "Gat" es la que aporta el significado para formar otras palabras asociada a ella.
Por ejemplo a partir de la base se puede formar: gata, gatos, gatitos, gatera, etc.
Morfema flexivo: aportan información sobre el género y el número (en el caso de sustantivos y adjetivos). Por ejemplo: gat-o/ a (género: masculino o femenino) - gat- os/ as (número: singular o plural). En el caso de los verbos, presentan morfema de número ( singular o plural), persona( 1°- 2°- 3°), tiempo (presente- pretérito y futuro) y modo (indicativo- subjuntivo e imperativo)
Morfema derivativo: como lo indica el término, son palabras que se derivan del morfema base. Por ejemplo de la base "gat" se puede derivar gatito/ gatitos, gatera...
La parte que se marca en negrita es un morfema derivativo llamado: sufijo que se caracteriza por ir colocado después del morfema base.
Dentro del morfema derivativo también tenemos al prefijo que se ubica antes del morfema base. En la palabra "prejuicio" podemos extraer el morfema base "juicio" y el prefijo es "pre".
El interfijo o infijos se engloba dentro del morfema derivativo, y ocupa una posición entre el morfema base y el sufijo. Por ejemplo:
coche -c - ito (el interfijo es "c"), pan - ad- ero ( el interfijo es "ad")
Este cuadro resume todo lo anterior
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